FELIZ DIA MADRE JUDICIAL

SALUDO POR EL DIA DEL TRABAJO

EL SINDICATO DE TRABAJADORES DEL PODER JUDICIAL - BASE AREQUIPA, HACE LLEGAR SU MAS CORDIAL Y FRATERNO SALUDO A TODOS LOS TRABAJADORES DEL PODER JUDICIAL, A LOS TRABAJADORES PERUANOS Y DE TODO EL MUNDO, EN ESTA FECHA MUY SIGNIFICATIVA PARA TODOS NOSOTROS, LES DESEAMOS UN FELIZ DÍA Y QUE TODO SU ESFUERZO DIARIO SE VEA RECOMPENSADO EN TODO ASPECTO, EN LO PERSONAL, FAMILIAR Y SOCIAL.

DISCURSO REALIZADO POR EL SECRETARIO GENERAL EN LA CEREMONIA POR EL DIA DEL TRABAJO

DISCURSO POR EL DIA DEL TRABAJADOR

Doctor ISAAC RUBIO ZEBALLOS, Presidente de la Corte Superior de Justicia de Arequipa.
Doctora Columba del Carpio Rodriguez de Abarca, Presidente de la Primera Sala Civil de Arequipa.

Doctor Martin Valdivia Dueñas Presidente de la Asociación de Magistrados de Arequipa.

Doctor Marco Antonio Ticona Miranda, representante de los trabajadores ante el CAFAE nacional.
Señores Magistrados de todas las instancias, trabajadores de esta Corte Superior de Justicia.
Compañeros y amigos trabajadores judiciales; señores y señoras presentes:
En principio, debo agradecer la cortesía del Señor Presidente al invitar a nuestra junta directiva a esta ceremonia conmemorativa del día del trabajo, además por la invitación tanto a nuestro compañero Marco Ticona como a mi persona, (en nuestra condición de representantes de los trabajadores judiciales, de esta Corte Superior de Justicia), a acompañarlo en la mesa de honor, y más aun por darnos la oportunidad de expresar estas palabras a todos ustedes; Este gesto suyo, nos hace recapacitar en la consideración que tiene por todos los trabajadores judiciales; lo cual nos llena de satisfacción y esperanza en que muchas cosas puedan mejorar al interior de nuestra Institución.
Es conocido por todos nosotros que el Primero de Mayo celebramos el Día Internacional de los Trabajadores, en homenaje a los llamados Mártires de Chicago, y recordando lo que fue una gran jornada de lucha reinvindicativa por la consecución de la jornada laboral de ocho horas; lucha que tuvo su origen en la huelga iniciada el primero de mayo de mil ochocientos ochenta y seis; con la finalidad de hacer valer la máxima: “Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”.
Hoy, luego de ciento veinticuatro años de ocurridos estos hechos y pese a que este derecho laboral básico, se encuentra reconocido expresamente en nuestra Constitución, lamentablemente, aun se encuentran resabios de explotación de los trabajadores en jornadas laborales que exceden en mucho las ocho horas diarias de labor, y que, pese a existir mecanismos legales para retribuir dicha labor con el pago de horas extras o compensar de alguna otra manera el trabajo realizado fuera del horario, esto aún no se hace efectivo. Y si en este derecho básico de la jornada laboral de ocho horas, no se cumple ni se reconoce el trabajo efectivamente realizado; entonces menos podemos esperar que se cumpla con lo establecido en el primer párrafo del artículo veinticuatro de nuestra Carta Magna que dice textualmente: “El trabajador tiene derecho a una remuneración equitativa y suficiente, que procure para él y su familia, el bienestar material y espiritual”. Claro con las excepciones que sabemos existen, y que en realidad, lo digo con sinceridad, nos alegra que existan; por que el hecho de que haya Trabajadores del Poder Judicial, a los cuales en su condición de Magistrados, de manera acertada se les reconoce con una remuneración digna, acorde a la delicada función que tienen de administrar justicia y por la gran responsabilidad que ello conlleva; nos da la confianza que en su momento también se nos reconocerá a los demás trabajadores judiciales la importancia de nuestra labor en la función de administrar justicia y se nos otorgará una remuneración proporcional y acorde a nuestro trabajo, pedido que venimos haciendo con la implementación de una nueva escala remunerativa.
Amigos, Hoy que recordamos el Día del Trabajador, no obstante lo antes dicho y contrario a lo que dijo en su momento Salvador Allende, consideramos que este si es un día de fiesta y de celebración; en la vida existen dos formas de ver lo que sucede a nuestro alrededor, una positiva y otra negativa, si sabemos apreciar las cosas, nos podremos dar cuenta que aún en lo que puede parecer lo más desastroso, funesto o triste se puede hallar lo beneficioso, lo favorable; aquello que nos de aliento para seguir adelante. Seamos siempre agradecidos de lo que tenemos y aprendamos a ser felices con ello; no perdamos de vista que si hoy estamos reunidos en una ceremonia por el Día del Trabajo, donde podemos expresar nuestra justa pretensión de mejoras laborales, es justamente por que tenemos un trabajo, el cual siempre será digno en la medida que nosotros lo honremos, y gracias al cual podemos llevar el pan y dar sustento a nuestro hogar; es tiempo de cambiar la idea de que trabajamos por un castigo divino, entendamos que trabajar, por el contrario es un regalo de Dios; No olvidemos que no solo de pan vive el hombre, y que también debemos esforzarnos por alcanzar bienestar, no solo material sino también espiritual; en este sentido, es conocida la frase “el dinero no hace la felicidad” aunque por allí también dicen que “ya la compra hecha”…. Me permito leer un pensamiento de Shakespeare que dice “en verdad, yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza”.
Por todo ello, los invito a ver las cosas con optimismo y mucha fe, a ser siempre agradecidos con lo que obtenemos de la vida; y aquí, permítanme volver al principio de este discurso; para agradecer nuevamente al doctor Isaac Rubio Zeballos, actual Presidente de esta honorable Corte Superior, por compartir con nosotros la preocupación de que los trabajadores de la Institución puedan contar con un lugar apropiado para tomar sus alimentos y haber asumido el compromiso de construir un comedor para todos los trabajadores judiciales en el nuevo edificio, luego de recibida la obra que se viene construyendo; por ello solicito a todos ustedes un fuerte aplauso para nuestro Presidente.
Finalmente, amigos y compañeros trabajadores, felicitémonos en esta fecha, por que con nuestro trabajo y dedicación podemos contribuir a mejorar nuestra sociedad, a buscar un mejor futuro para nuestros hijos y para las generaciones venideras, dignifiquemos nuestra labor, demos brillo a nuestro quehacer, luchemos por mejorar lo que tenemos hoy; y nunca perdamos la fe y la esperanza de que vendrán tiempos mejores; celebremos hoy y seamos solidarios siempre.

Muchas Gracias.